El restorán peruano Gran Chimú, ubicado en el centro de Antofagasta, fue cerrado temporalmente tras una fiscalización de la Seremi de Salud (s) que detectó serias deficiencias sanitarias en sus instalaciones. La medida se adoptó luego de una investigación iniciada a raíz de una intoxicación alimentaria reportada a principios de noviembre, presuntamente por el consumo de ceviche (pescado-pulpo) en el establecimiento. Según explicó la seremi de Salud (s), Leonor Castillo, los fiscalizadores hallaron una serie de irregularidades en el local, situado en calle Sucre, relacionadas con el aseo del lugar, el deterioro de la infraestructura —como las baldosas del piso— y el mobiliario en mal estado. Además, se observó la presencia de mosquitos y heces de roedores dentro del local. Durante la inspección, también se constató que el restorán no cumplía con las normativas de manipulación de alimentos, específicamente con la falta de registros adecuados para la trazabilidad de los productos, particularmente del pescado. Asimismo, se identificaron problemas con la evacuación de líquidos residuales, lo que agrava las condiciones sanitarias del lugar. Debido a estas deficiencias, que suponen un riesgo para la salud pública, la Autoridad Sanitaria inició un sumario administrativo al restorán y dispuso la prohibición de funcionamiento hasta que el establecimiento demuestre la corrección de todas las irregularidades detectadas en la fiscalización.
El restorán peruano Gran Chimú, ubicado en el centro de Antofagasta, fue cerrado temporalmente tras una fiscalización de la Seremi de Salud (s) que detectó serias deficiencias sanitarias en sus instalaciones. La medida se adoptó luego de una investigación iniciada a raíz de una intoxicación alimentaria reportada a principios de noviembre, presuntamente por el consumo de ceviche (pescado-pulpo) en el establecimiento. Según explicó la seremi de Salud (s), Leonor Castillo, los fiscalizadores hallaron una serie de irregularidades en el local, situado en calle Sucre, relacionadas con el aseo del lugar, el deterioro de la infraestructura —como las baldosas del piso— y el mobiliario en mal estado. Además, se observó la presencia de mosquitos y heces de roedores dentro del local. Durante la inspección, también se constató que el restorán no cumplía con las normativas de manipulación de alimentos, específicamente con la falta de registros adecuados para la trazabilidad de los productos, particularmente del pescado. Asimismo, se identificaron problemas con la evacuación de líquidos residuales, lo que agrava las condiciones sanitarias del lugar. Debido a estas deficiencias, que suponen un riesgo para la salud pública, la Autoridad Sanitaria inició un sumario administrativo al restorán y dispuso la prohibición de funcionamiento hasta que el establecimiento demuestre la corrección de todas las irregularidades detectadas en la fiscalización.