La Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (BIDEMA) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) han intensificado su colaboración para proteger especies endémicas de la Región de Antofagasta, gravemente afectadas por el comercio ilegal. La principal preocupación está centrada en las cactáceas Copiapoa Cinerea y Copiapoa SP., plantas que son originarias del litoral regional y el Parque Nacional Pan de Azúcar, y que han sido objeto de recolección y comercialización ilegal, principalmente a través de plataformas en línea y algunos viveros locales. El comisario Luis Montecinos Sáez, jefe subrogante de la BIDEMA, subrayó la relevancia de esta cooperación, señalando que la protección de estas especies es crucial para la conservación de la biodiversidad local, ya que en muchos casos, las plantas recolectadas ilegalmente llegan incluso a mercados internacionales. Como parte de la estrategia, ambas instituciones han trabajado en la actualización de normativa para fortalecer la fiscalización, incluyendo la implementación de leyes como la Ley 20.283, que regula la recuperación del bosque nativo, y la Ley 20.962, que controla el comercio de especies amenazadas en el marco de la Convención CITES. Además, CONAF ha reforzado su rol proporcionando apoyo técnico para asegurar la trazabilidad de las especies y facilitar su correcta identificación.
La Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (BIDEMA) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) han intensificado su colaboración para proteger especies endémicas de la Región de Antofagasta, gravemente afectadas por el comercio ilegal. La principal preocupación está centrada en las cactáceas Copiapoa Cinerea y Copiapoa SP., plantas que son originarias del litoral regional y el Parque Nacional Pan de Azúcar, y que han sido objeto de recolección y comercialización ilegal, principalmente a través de plataformas en línea y algunos viveros locales. El comisario Luis Montecinos Sáez, jefe subrogante de la BIDEMA, subrayó la relevancia de esta cooperación, señalando que la protección de estas especies es crucial para la conservación de la biodiversidad local, ya que en muchos casos, las plantas recolectadas ilegalmente llegan incluso a mercados internacionales. Como parte de la estrategia, ambas instituciones han trabajado en la actualización de normativa para fortalecer la fiscalización, incluyendo la implementación de leyes como la Ley 20.283, que regula la recuperación del bosque nativo, y la Ley 20.962, que controla el comercio de especies amenazadas en el marco de la Convención CITES. Además, CONAF ha reforzado su rol proporcionando apoyo técnico para asegurar la trazabilidad de las especies y facilitar su correcta identificación.