Durante los primeros nueve meses de 2024, se han registrado 451 episodios de robo de cables a nivel nacional, según datos proporcionados por la Compañía General de Electricidad (CGE). Los robos han afectado tanto las redes de media y baja tensión como las instalaciones de transmisión de energía, con un total de 153.595 metros de cable de cobre sustraídos, lo que equivale a más de 45 toneladas de cobre. Este fenómeno ha interrumpido el suministro eléctrico de más de 165.000 clientes de CGE. Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, destacó que estos robos están fuertemente vinculados al crimen organizado, ya que las bandas delictuales responsables cuentan con personal técnico especializado y modus operandi sofisticados. Estas organizaciones delictivas están involucradas en la venta y transacción del cobre robado, lo que financia otras actividades ilegales. Las regiones más afectadas por estos robos en lo que va del año son Arica y Parinacota, y Tarapacá, con 138 incidentes en total. Le siguen Coquimbo (112), O'Higgins (63), y Antofagasta (54). Además, el valor del cobre robado y los costos asociados a la reparación y reconstrucción de la infraestructura eléctrica dañada superan los 2.190 millones de pesos. Jaramillo hizo un llamado a las autoridades de todos los niveles, desde comunales hasta nacionales, para que tomen medidas para enfrentar este problema. CGE, por su parte, ha interpuesto denuncias ante el Ministerio Público y la policía, así como querellas para perseguir a los responsables de estos delitos.
La Compañía General de Electricidad (CGE) ha presentado un total de 81 querellas con el objetivo de combatir el delito de hurto de energía en sus instalaciones, afectando las redes eléctricas de las comunas de Antofagasta, Calama, Tocopilla y Sierra Gorda. Estas acciones legales se dirigen contra individuos que han manipulado medidores eléctricos o realizado conexiones clandestinas, así como contra instaladores eléctricos que han llevado a cabo conexiones fuera de norma. Hasta la fecha de la noticia, en 2024 se han interpuesto 45 querellas. Ernesto Peñafiel, director de servicios jurídicos de CGE, explicó que estas medidas buscan no solo perseguir y disuadir el delito, sino también proteger la integridad del sistema eléctrico y la continuidad del servicio, subrayando los riesgos para las personas y sus propiedades que conlleva esta práctica ilícita. El plan de CGE incluye revisiones e inspecciones técnicas constantes para garantizar el funcionamiento adecuado de las instalaciones y prevenir accidentes. Durante mayo, se realizaron más de 43 mil inspecciones que resultaron en la detección de 1.718 medidores intervenidos, los cuales fueron normalizados para regularizar los cobros. Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, destacó que “las conexiones irregulares pueden provocar graves accidentes a las personas y sus bienes. Estas conexiones irregulares son una de las principales causas de interrupciones eléctricas y variaciones de voltaje”. La compañía también ha intensificado la vigilancia en instalaciones de mayor consumo energético, como empresas y servicios con conexiones trifásicas, centrando sus esfuerzos en la persecución penal de los responsables. Finalmente, se hizo un llamado a la comunidad a denunciar este tipo de prácticas ante las autoridades competentes y a informar a CGE para adoptar medidas legales apropiadas contra los infractores. Con información de: SoyAntof
Durante los primeros nueve meses de 2024, se han registrado 451 episodios de robo de cables a nivel nacional, según datos proporcionados por la Compañía General de Electricidad (CGE). Los robos han afectado tanto las redes de media y baja tensión como las instalaciones de transmisión de energía, con un total de 153.595 metros de cable de cobre sustraídos, lo que equivale a más de 45 toneladas de cobre. Este fenómeno ha interrumpido el suministro eléctrico de más de 165.000 clientes de CGE. Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, destacó que estos robos están fuertemente vinculados al crimen organizado, ya que las bandas delictuales responsables cuentan con personal técnico especializado y modus operandi sofisticados. Estas organizaciones delictivas están involucradas en la venta y transacción del cobre robado, lo que financia otras actividades ilegales. Las regiones más afectadas por estos robos en lo que va del año son Arica y Parinacota, y Tarapacá, con 138 incidentes en total. Le siguen Coquimbo (112), O'Higgins (63), y Antofagasta (54). Además, el valor del cobre robado y los costos asociados a la reparación y reconstrucción de la infraestructura eléctrica dañada superan los 2.190 millones de pesos. Jaramillo hizo un llamado a las autoridades de todos los niveles, desde comunales hasta nacionales, para que tomen medidas para enfrentar este problema. CGE, por su parte, ha interpuesto denuncias ante el Ministerio Público y la policía, así como querellas para perseguir a los responsables de estos delitos.
La Compañía General de Electricidad (CGE) ha presentado un total de 81 querellas con el objetivo de combatir el delito de hurto de energía en sus instalaciones, afectando las redes eléctricas de las comunas de Antofagasta, Calama, Tocopilla y Sierra Gorda. Estas acciones legales se dirigen contra individuos que han manipulado medidores eléctricos o realizado conexiones clandestinas, así como contra instaladores eléctricos que han llevado a cabo conexiones fuera de norma. Hasta la fecha de la noticia, en 2024 se han interpuesto 45 querellas. Ernesto Peñafiel, director de servicios jurídicos de CGE, explicó que estas medidas buscan no solo perseguir y disuadir el delito, sino también proteger la integridad del sistema eléctrico y la continuidad del servicio, subrayando los riesgos para las personas y sus propiedades que conlleva esta práctica ilícita. El plan de CGE incluye revisiones e inspecciones técnicas constantes para garantizar el funcionamiento adecuado de las instalaciones y prevenir accidentes. Durante mayo, se realizaron más de 43 mil inspecciones que resultaron en la detección de 1.718 medidores intervenidos, los cuales fueron normalizados para regularizar los cobros. Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, destacó que “las conexiones irregulares pueden provocar graves accidentes a las personas y sus bienes. Estas conexiones irregulares son una de las principales causas de interrupciones eléctricas y variaciones de voltaje”. La compañía también ha intensificado la vigilancia en instalaciones de mayor consumo energético, como empresas y servicios con conexiones trifásicas, centrando sus esfuerzos en la persecución penal de los responsables. Finalmente, se hizo un llamado a la comunidad a denunciar este tipo de prácticas ante las autoridades competentes y a informar a CGE para adoptar medidas legales apropiadas contra los infractores. Con información de: SoyAntof