Durante el primer semestre del año 2024, la Compañía General de Electricidad (CGE) ha reportado un incremento en los casos de robo de cables, fenómeno que ha tenido consecuencias significativas tanto en sus instalaciones como en el suministro eléctrico de clientes. A nivel nacional, se han registrado 192 episodios de este tipo, totalizando la sustracción de 58.304 metros de cable de cobre, lo que equivale a más de 9 toneladas del metal. En la región de Antofagasta, específicamente, se han documentado 33 eventos de robo de cables, contribuyendo a la pérdida de más de 10 mil toneladas de material conductor, que han dejado a 88.839 clientes sin servicio eléctrico en diversas ocasiones. Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, enfatizó que el robo de cables no solo perjudica la infraestructura eléctrica, sino que también afecta de manera directa la calidad y continuidad del suministro para miles de usuarios. Según Jaramillo, este tipo de crimen está estrechamente ligado al crimen organizado, dado el alto grado de planificación y la sofisticación de los métodos empleados por las bandas delictuales.
CGE presentó una querella criminal este jueves en el Juzgado de Garantía de Calama, buscando identificar a los responsables del robo masivo de cables que afectó a las localidades de Chiuchiu y Lasana el pasado 5 de julio. Según cuenta el medio local Timeline, delincuentes destruyeron 29 postes y sustrajeron aproximadamente 9 mil metros de cable de cobre de las redes de media tensión, dejando a 3.984 clientes sin servicio eléctrico por más de 48 horas. Se estima que la banda delictual se hizo con 5.300 kilogramos de cobre, material que, aunque recuperado, no podrá ser reutilizado debido a la pérdida de fiabilidad en su capacidad para conducir electricidad. En la querella presentada, CGE entregó todos los antecedentes disponibles sobre el delito y solicitó una investigación exhaustiva para identificar a los responsables del robo y determinar el destino del material sustraído.
Durante el primer semestre del año 2024, la Compañía General de Electricidad (CGE) ha reportado un incremento en los casos de robo de cables, fenómeno que ha tenido consecuencias significativas tanto en sus instalaciones como en el suministro eléctrico de clientes. A nivel nacional, se han registrado 192 episodios de este tipo, totalizando la sustracción de 58.304 metros de cable de cobre, lo que equivale a más de 9 toneladas del metal. En la región de Antofagasta, específicamente, se han documentado 33 eventos de robo de cables, contribuyendo a la pérdida de más de 10 mil toneladas de material conductor, que han dejado a 88.839 clientes sin servicio eléctrico en diversas ocasiones. Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, enfatizó que el robo de cables no solo perjudica la infraestructura eléctrica, sino que también afecta de manera directa la calidad y continuidad del suministro para miles de usuarios. Según Jaramillo, este tipo de crimen está estrechamente ligado al crimen organizado, dado el alto grado de planificación y la sofisticación de los métodos empleados por las bandas delictuales.
CGE presentó una querella criminal este jueves en el Juzgado de Garantía de Calama, buscando identificar a los responsables del robo masivo de cables que afectó a las localidades de Chiuchiu y Lasana el pasado 5 de julio. Según cuenta el medio local Timeline, delincuentes destruyeron 29 postes y sustrajeron aproximadamente 9 mil metros de cable de cobre de las redes de media tensión, dejando a 3.984 clientes sin servicio eléctrico por más de 48 horas. Se estima que la banda delictual se hizo con 5.300 kilogramos de cobre, material que, aunque recuperado, no podrá ser reutilizado debido a la pérdida de fiabilidad en su capacidad para conducir electricidad. En la querella presentada, CGE entregó todos los antecedentes disponibles sobre el delito y solicitó una investigación exhaustiva para identificar a los responsables del robo y determinar el destino del material sustraído.