Comenzó en Antofagasta el juicio oral contra los 13 integrantes de la organización criminal conocida como Las Tías. Esta banda, cuyos líderes son dos mujeres apodadas Las Tías, enfrenta cargos por tráfico de drogas, asociación ilícita para el tráfico de drogas y lavado de activos. Este proceso judicial marca un hito en la región, siendo la primera vez que se presenta una acusación simultánea por estos delitos. Las Tías operaba en la ciudad de Calama, dedicándose principalmente a la venta y distribución de drogas, especialmente pasta base. “Se trataba de una organización altamente jerarquizada, que era dirigida por ambas mujeres, apodadas ‘Las Tías’, quienes se encargaban de contactar a los proveedores de droga, repartirla entre sus mandos medios y, en general, tomar todas las decisiones importantes que atañen al funcionamiento de la banda”, manifestó el persecutor. Según la investigación, la venta de droga se realizaba a través de los denominados “soldados” o “pilotos”, que iban siendo constantemente intercambiados y reemplazados, mientras que otros miembros se dedican a trasladar la droga desde lugares de acopio a los domicilios para dar continuidad a la venta del producto. La investigación, liderada por el Fiscal Regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, se inició en 2019 y reveló la complejidad de la organización criminal. Se identificaron los roles de cada miembro, desde los líderes hasta los vendedores de droga, así como las maniobras utilizadas para el lavado de activos. Tras tres años de investigación, en septiembre del año pasado, el Ministerio Público presentó la acusación contra los 13 acusados, solicitando penas que suman aproximadamente 530 años de cárcel, incluyendo presidio perpetuo para los líderes. Durante el juicio, se presentará una amplia gama de pruebas, incluyendo declaraciones, escuchas telefónicas y pericias financieras. Dada la complejidad del caso, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta ha programado audiencias diarias hasta junio, sin acceso al público debido a la capacidad limitada del tribunal.
Siete ciudadanos extranjeros se encuentran en prisión preventiva, luego de ser formalizados por la Fiscalía de Calama por delitos de tráfico de drogas y receptación de vehículo motorizado. La banda, compuesta por un peruano, dos bolivianos y cuatro venezolanos, fue detenida por Carabineros durante la madrugada del 22 de noviembre mientras se desplazaba por la ruta B-141 en dos vehículos. La investigación llevada a cabo por el Ministerio Público y funcionarios reveló que la banda había salido de Calama por la ruta Ch-21 en dirección al interior, con la presunta intención de cargar droga en algún punto cercano a esa ruta. En el momento de la detención, uno de los vehículos transportaba 38 kilos 200 gramos de marihuana. Tres de los detenidos se desplazaban en una camioneta Ford, modelo F-150, que portaba placas patentes falsas y tenía un encargo por robo. Los otros cuatro miembros de la banda utilizaban un vehículo Kia, modelo Río, que actuaba como apoyo y punta de lanza en la operación delictiva. Los imputados fueron formalizados por el fiscal jefe de Calama, Cristian Aliaga Ayarza, quien solicitó la medida cautelar de prisión preventiva para todos ellos, argumentando peligro para la seguridad de la sociedad. La solicitud fue acogida por el Juzgado de Garantía de Calama, que dispuso un plazo de investigación de 80 días.
Comenzó en Antofagasta el juicio oral contra los 13 integrantes de la organización criminal conocida como Las Tías. Esta banda, cuyos líderes son dos mujeres apodadas Las Tías, enfrenta cargos por tráfico de drogas, asociación ilícita para el tráfico de drogas y lavado de activos. Este proceso judicial marca un hito en la región, siendo la primera vez que se presenta una acusación simultánea por estos delitos. Las Tías operaba en la ciudad de Calama, dedicándose principalmente a la venta y distribución de drogas, especialmente pasta base. “Se trataba de una organización altamente jerarquizada, que era dirigida por ambas mujeres, apodadas ‘Las Tías’, quienes se encargaban de contactar a los proveedores de droga, repartirla entre sus mandos medios y, en general, tomar todas las decisiones importantes que atañen al funcionamiento de la banda”, manifestó el persecutor. Según la investigación, la venta de droga se realizaba a través de los denominados “soldados” o “pilotos”, que iban siendo constantemente intercambiados y reemplazados, mientras que otros miembros se dedican a trasladar la droga desde lugares de acopio a los domicilios para dar continuidad a la venta del producto. La investigación, liderada por el Fiscal Regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, se inició en 2019 y reveló la complejidad de la organización criminal. Se identificaron los roles de cada miembro, desde los líderes hasta los vendedores de droga, así como las maniobras utilizadas para el lavado de activos. Tras tres años de investigación, en septiembre del año pasado, el Ministerio Público presentó la acusación contra los 13 acusados, solicitando penas que suman aproximadamente 530 años de cárcel, incluyendo presidio perpetuo para los líderes. Durante el juicio, se presentará una amplia gama de pruebas, incluyendo declaraciones, escuchas telefónicas y pericias financieras. Dada la complejidad del caso, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta ha programado audiencias diarias hasta junio, sin acceso al público debido a la capacidad limitada del tribunal.
Siete ciudadanos extranjeros se encuentran en prisión preventiva, luego de ser formalizados por la Fiscalía de Calama por delitos de tráfico de drogas y receptación de vehículo motorizado. La banda, compuesta por un peruano, dos bolivianos y cuatro venezolanos, fue detenida por Carabineros durante la madrugada del 22 de noviembre mientras se desplazaba por la ruta B-141 en dos vehículos. La investigación llevada a cabo por el Ministerio Público y funcionarios reveló que la banda había salido de Calama por la ruta Ch-21 en dirección al interior, con la presunta intención de cargar droga en algún punto cercano a esa ruta. En el momento de la detención, uno de los vehículos transportaba 38 kilos 200 gramos de marihuana. Tres de los detenidos se desplazaban en una camioneta Ford, modelo F-150, que portaba placas patentes falsas y tenía un encargo por robo. Los otros cuatro miembros de la banda utilizaban un vehículo Kia, modelo Río, que actuaba como apoyo y punta de lanza en la operación delictiva. Los imputados fueron formalizados por el fiscal jefe de Calama, Cristian Aliaga Ayarza, quien solicitó la medida cautelar de prisión preventiva para todos ellos, argumentando peligro para la seguridad de la sociedad. La solicitud fue acogida por el Juzgado de Garantía de Calama, que dispuso un plazo de investigación de 80 días.