Mantener e impulsar un proceso de mejora continua en la entrega de servicio de agua potable y es un foco clave dentro de la operación de Aguas Antofagasta. Junto con ello, la sanitaria de la región, promueve el rol activo de la comunidad en el uso responsable del agua y la mantención del sistema de aguas servidas ya que cada acción permite la construcción conjunta de un futuro sostenible. Dentro del Plan de Inversiones de la compañía, cada año se destinan importantes recursos para el fortalecimiento del trabajo del área destinada a la mantención de la red de aguas servidas. Dentro de los proyectos más destacados se considera el fortalecimiento de la flota mayor a través de la adquisición de dos camiones JET Combinado por un monto superior a los mil millones de pesos, además de los proyectos en las Plantas Elevadoras de Aguas Servidas, PEAS, en distintos puntos de la ciudad de Antofagasta, según detalla Abel Castillo, Jefe de la Unidad de Desobstrucción y Limpieza de Aguas Servidas. Comunidad activa En un período mensual, la cifra de residuos arrojados a la red de aguas servidas, en las comunas de Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Taltal y Calama; alcanzan las 130 toneladas promediando, diariamente, un vertimiento de cuatro toneladas de desechos al sistema lo que, sin duda, provoca serios riesgos de emergencia sanitaria debido a obstrucciones que pueden terminar con filtraciones de distinta gravedad e impacto en el territorio. Dentro de los elementos vertidos al alcantarillado se encuentran desde objetos no biodegradables hasta productos químicos, incluyendo pañales, trapos, piedras y otros que proviene de la intervención directa de terceros en la red, por ello lo importante del llamado a la comunidad a evitar esta mala práctica para reducir la incidencia de estas situaciones. Cuidar de nuestro alcantarillado no sólo garantiza su correcto funcionamiento, sino que también contribuye a proteger nuestro medio ambiente. Aguas Antofagasta continuará desarrollando su plan de acción y Abel Castillo reitera la importancia del rol de la comunidad en la mantención de la red de alcantarillado. El cuidado del sistema de alcantarillado, no sólo garantiza el buen funcionamiento y la protección de la salud de las personas, sino que, también, contribuye a mejorar el medio ambiente ya que los residuos son dispuestos en los lugares que corresponde, promoviendo un sistema eficiente en el tratamiento de los distintos elementos que desechamos a diario y haciendo de nuestra región un territorio más limpio y amigable con el medio ambiente
En la árida región de Antofagasta, donde cada gota de agua es un tesoro, la preservación de nuestros sistemas de alcantarillado cobra una importancia crucial. Sin embargo, lamentablemente, la negligencia en el manejo de desechos sólidos está generando una carga adicional en nuestras tuberías, lo que pone en riesgo el correcto funcionamiento de este vital sistema. Es por eso que Aguas Antofagasta, en colaboración con la comunidad recuerda su campaña Alcantarillado No Es Basurero, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de mantener limpios y libres de obstrucciones nuestros sistemas de alcantarillado. Cada kilo de desechos arrojado al alcantarillado contribuye al deterioro de nuestra infraestructura. Los objetos sólidos como trapos, plásticos y otros desperdicios son la principal causa de obstrucciones, lo que puede desencadenar inundaciones, malos olores y daños graves en nuestras tuberías. Es hora de tomar conciencia y evitar agregar más peso a esta carga. La obstrucción del alcantarillado es un problema que afecta a toda la comunidad. Arrojar irresponsablemente desperdicios sólidos es la principal causa de estas obstrucciones. Cada vez que un objeto no biodegradable es lanzado al alcantarillado, se incrementa el riesgo de colapso en el sistema, lo que puede ocasionar graves problemas tanto para la infraestructura como para el medio ambiente.
En un esfuerzo conjunto, Aguas Antofagasta, ECONSSA, TRATACAL, DIRECTEMAR, Seremi de Salud y la Superintendencia de Servicios Sanitarios lanzaron la campaña Alcantarillado no es Basurero con el objetivo de incentivar el correcto uso de la red de aguas servidas y alertar a la población sobre los riesgos asociados a obstrucciones en el sistema de alcantarillado. La iniciativa surgió en respuesta a la preocupante cifra de más de 130 toneladas de residuos registrados anualmente en los alcantarillados de diversas localidades de la región. Entre los elementos hallados se encuentran productos químicos, basura domiciliaria, neumáticos, productos tóxicos y aceites, los cuales pueden generar obstrucciones graves en los ductos, poniendo en riesgo la integridad del sistema y la salud pública. La SEREMI de Salud de la región, Jessica Bravo, destacó la importancia de concientizar a la población sobre el correcto uso de la red de alcantarillado para prevenir enfermedades asociadas a la contaminación de aguas servidas, como enfermedades diarreicas agudas, disentería, parasitosis intestinal y hepatitis A. “Los residuos de aguas servidas pueden ocasionar enfermedades diarreicas agudas, disentería, parasitosis intestinal y hasta hepatitis A. Por lo tanto, todo esfuerzo para concientizar a la población en torno al correcto uso de la red de alcantarillado es muy necesario y representa un bien para la salud pública”, declaró la autoridad. Además de los riesgos para la salud, la acumulación de desechos en los ductos también afecta al medio ambiente acuático. La Gobernación Marítima advierte que el rebalse de aguas servidas puede contaminar calles, borde costero, playas y recursos naturales, generando una seria amenaza para los ecosistemas acuáticos. La autoridad marítima, encabezada por Capitán de Navío LT Domingo Hormazábal Figueroa, explica las implicancias de una situación que es posible prevenir con la acción de la comunidad. “El agua residual sin tratar puede provocar una alteración de los ciclos naturales de los ecosistemas acuáticos y la degradación de la calidad de agua en playas y sectores recreativos, expresó. Las plantas de tratamiento de la región también se suman a la campaña, reconociendo que la unión de esfuerzos permitirá avanzar hacia la construcción de la sostenibilidad. Aníbal Torrejón, gerente de Ingeniería y Administración de Concesiones de Econssa, destacó la importancia de asegurar que las aguas servidas, libres de elementos ajenos, sean tratadas de manera segura y sostenible. Cuidar el sistema de alcantarillado no solo garantiza el buen funcionamiento y la protección de la salud de las personas, sino que también contribuye a mejorar el medio ambiente. La disposición adecuada de residuos promueve un sistema eficiente en el tratamiento de elementos diarios, haciendo de la región un lugar más limpio y respetuoso con el entorno. Paula Carrasco, directora de Asuntos Corporativos de Aguas Antofagasta, hace un llamado a la comunidad para cuidar la red y denunciar cualquier acción que ponga en peligro su normal funcionamiento. A pesar de las inversiones realizadas para fortalecer la infraestructura, el apoyo de la comunidad es fundamental para preservar este recurso vital. La campaña busca fomentar pequeñas acciones que reduzcan la cantidad de elementos depositados en el alcantarillado, previniendo eventos medioambientales complejos y protegiendo la salud de las personas.
Mantener e impulsar un proceso de mejora continua en la entrega de servicio de agua potable y es un foco clave dentro de la operación de Aguas Antofagasta. Junto con ello, la sanitaria de la región, promueve el rol activo de la comunidad en el uso responsable del agua y la mantención del sistema de aguas servidas ya que cada acción permite la construcción conjunta de un futuro sostenible. Dentro del Plan de Inversiones de la compañía, cada año se destinan importantes recursos para el fortalecimiento del trabajo del área destinada a la mantención de la red de aguas servidas. Dentro de los proyectos más destacados se considera el fortalecimiento de la flota mayor a través de la adquisición de dos camiones JET Combinado por un monto superior a los mil millones de pesos, además de los proyectos en las Plantas Elevadoras de Aguas Servidas, PEAS, en distintos puntos de la ciudad de Antofagasta, según detalla Abel Castillo, Jefe de la Unidad de Desobstrucción y Limpieza de Aguas Servidas. Comunidad activa En un período mensual, la cifra de residuos arrojados a la red de aguas servidas, en las comunas de Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Taltal y Calama; alcanzan las 130 toneladas promediando, diariamente, un vertimiento de cuatro toneladas de desechos al sistema lo que, sin duda, provoca serios riesgos de emergencia sanitaria debido a obstrucciones que pueden terminar con filtraciones de distinta gravedad e impacto en el territorio. Dentro de los elementos vertidos al alcantarillado se encuentran desde objetos no biodegradables hasta productos químicos, incluyendo pañales, trapos, piedras y otros que proviene de la intervención directa de terceros en la red, por ello lo importante del llamado a la comunidad a evitar esta mala práctica para reducir la incidencia de estas situaciones. Cuidar de nuestro alcantarillado no sólo garantiza su correcto funcionamiento, sino que también contribuye a proteger nuestro medio ambiente. Aguas Antofagasta continuará desarrollando su plan de acción y Abel Castillo reitera la importancia del rol de la comunidad en la mantención de la red de alcantarillado. El cuidado del sistema de alcantarillado, no sólo garantiza el buen funcionamiento y la protección de la salud de las personas, sino que, también, contribuye a mejorar el medio ambiente ya que los residuos son dispuestos en los lugares que corresponde, promoviendo un sistema eficiente en el tratamiento de los distintos elementos que desechamos a diario y haciendo de nuestra región un territorio más limpio y amigable con el medio ambiente
En la árida región de Antofagasta, donde cada gota de agua es un tesoro, la preservación de nuestros sistemas de alcantarillado cobra una importancia crucial. Sin embargo, lamentablemente, la negligencia en el manejo de desechos sólidos está generando una carga adicional en nuestras tuberías, lo que pone en riesgo el correcto funcionamiento de este vital sistema. Es por eso que Aguas Antofagasta, en colaboración con la comunidad recuerda su campaña Alcantarillado No Es Basurero, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de mantener limpios y libres de obstrucciones nuestros sistemas de alcantarillado. Cada kilo de desechos arrojado al alcantarillado contribuye al deterioro de nuestra infraestructura. Los objetos sólidos como trapos, plásticos y otros desperdicios son la principal causa de obstrucciones, lo que puede desencadenar inundaciones, malos olores y daños graves en nuestras tuberías. Es hora de tomar conciencia y evitar agregar más peso a esta carga. La obstrucción del alcantarillado es un problema que afecta a toda la comunidad. Arrojar irresponsablemente desperdicios sólidos es la principal causa de estas obstrucciones. Cada vez que un objeto no biodegradable es lanzado al alcantarillado, se incrementa el riesgo de colapso en el sistema, lo que puede ocasionar graves problemas tanto para la infraestructura como para el medio ambiente.
En un esfuerzo conjunto, Aguas Antofagasta, ECONSSA, TRATACAL, DIRECTEMAR, Seremi de Salud y la Superintendencia de Servicios Sanitarios lanzaron la campaña Alcantarillado no es Basurero con el objetivo de incentivar el correcto uso de la red de aguas servidas y alertar a la población sobre los riesgos asociados a obstrucciones en el sistema de alcantarillado. La iniciativa surgió en respuesta a la preocupante cifra de más de 130 toneladas de residuos registrados anualmente en los alcantarillados de diversas localidades de la región. Entre los elementos hallados se encuentran productos químicos, basura domiciliaria, neumáticos, productos tóxicos y aceites, los cuales pueden generar obstrucciones graves en los ductos, poniendo en riesgo la integridad del sistema y la salud pública. La SEREMI de Salud de la región, Jessica Bravo, destacó la importancia de concientizar a la población sobre el correcto uso de la red de alcantarillado para prevenir enfermedades asociadas a la contaminación de aguas servidas, como enfermedades diarreicas agudas, disentería, parasitosis intestinal y hepatitis A. “Los residuos de aguas servidas pueden ocasionar enfermedades diarreicas agudas, disentería, parasitosis intestinal y hasta hepatitis A. Por lo tanto, todo esfuerzo para concientizar a la población en torno al correcto uso de la red de alcantarillado es muy necesario y representa un bien para la salud pública”, declaró la autoridad. Además de los riesgos para la salud, la acumulación de desechos en los ductos también afecta al medio ambiente acuático. La Gobernación Marítima advierte que el rebalse de aguas servidas puede contaminar calles, borde costero, playas y recursos naturales, generando una seria amenaza para los ecosistemas acuáticos. La autoridad marítima, encabezada por Capitán de Navío LT Domingo Hormazábal Figueroa, explica las implicancias de una situación que es posible prevenir con la acción de la comunidad. “El agua residual sin tratar puede provocar una alteración de los ciclos naturales de los ecosistemas acuáticos y la degradación de la calidad de agua en playas y sectores recreativos, expresó. Las plantas de tratamiento de la región también se suman a la campaña, reconociendo que la unión de esfuerzos permitirá avanzar hacia la construcción de la sostenibilidad. Aníbal Torrejón, gerente de Ingeniería y Administración de Concesiones de Econssa, destacó la importancia de asegurar que las aguas servidas, libres de elementos ajenos, sean tratadas de manera segura y sostenible. Cuidar el sistema de alcantarillado no solo garantiza el buen funcionamiento y la protección de la salud de las personas, sino que también contribuye a mejorar el medio ambiente. La disposición adecuada de residuos promueve un sistema eficiente en el tratamiento de elementos diarios, haciendo de la región un lugar más limpio y respetuoso con el entorno. Paula Carrasco, directora de Asuntos Corporativos de Aguas Antofagasta, hace un llamado a la comunidad para cuidar la red y denunciar cualquier acción que ponga en peligro su normal funcionamiento. A pesar de las inversiones realizadas para fortalecer la infraestructura, el apoyo de la comunidad es fundamental para preservar este recurso vital. La campaña busca fomentar pequeñas acciones que reduzcan la cantidad de elementos depositados en el alcantarillado, previniendo eventos medioambientales complejos y protegiendo la salud de las personas.